Todos tenemos un mal día, momentos en los que no encontramos ganas para hacer nada o, directamente, en los que el abatimiento puede con nosotros. La música tiene un poder casi milagroso para levantarnos el ánimo en esos momentos y aquí tienes diez ideas para conseguirlo.
Dicen que el olfato es uno de los sentidos más poderosos a la hora de evocar sensaciones y recuerdos. Pero el oído no se queda atrás, algo que seguramente has experimentado varias veces ya que hay una canción en concreto que te transporta mágicamente a otro tiempo o que relacionas con una persona.
Es algo totalmente normal dado que la música es, ante todo, la expresión artística de su creador y, que suele reflejar sus propios sentimientos y estado de ánimo en cada nota que frase de la composición. No es un secreto que Rolling in the Deep, uno de los mayores éxitos de Adele, es el resultado de una dolorosa separación sufrida por la cantante.
En el extremo opuesto, hay canciones que te levantan el ánimo de forma irresistible, que tienen un ritmo que te arrastra y te hacen sonreír o agitar la cabeza sin que puedas evitarlo. Y es que, tal y como están las cosas a veces, lo que más necesitamos es un buen empujón de entusiasmo.
Para conseguirlo, he seleccionado diez canciones que te pondrán una sonrisa en la cara y en el corazón. He tratado de buscar en todos los estilos, aunque es evidente que el Rock o el Rhytm’n Blues son más animados que las baladas románticas.
1956 Long Tall Sally – Little Richard
Qué mejor forma de empezar esta lista con un clásico del Rock’n Roll, Long Tall Sally, saliendo de la poderosa garganta de Little Richard. Lo sorprendente de esta canción es que tiene muy poca instrumentación. Es cierto que hay de fondo una típica banda de rock clásico, con su bajo, su guitarra rítmica y su batería, pero es la voz de Richard, a menudo sin ningún acompañamiento instrumental, lo que destaca por encima de todo.
Poner este tema y sentir que se te levanta una ceja, la cara y el ánimo, todo al mismo tiempo y mezclado con la sorpresa de escuchar una voz arrebatadora sin efectos, arreglos, ni trucos de estudio, es una de las mejores sensaciones que puedes tener.
Puedes escucharla aquí: youtube.com/watch?v=5RNn39_E7C0
1965 Land of Thousand Dances – Wilson Pickett
Sí, ésta es la célebre canción del «laaaa-lalala-laaa lalala-laaa lalala lalala» (lo entenderás en cuanto la oigas dos segundos). También es una de esas canciones en las que la versión es mejor que el original porque, aunque el tema ha quedado completamente vinculado al cantante Wilson Pickett, en realidad ni la canción es suya ni fue el primero en interpretarla.
El tema original es de Chriss Kenner y lo interpretaron tres años antes Cannibal & the Headhunters, pero la diferencia entre ambas versiones es como de la noche al día. Donde la original es lenta e incluso aburrida, Pickett la convierte en un torbellino de vitalidad que te hace, como dice el título, bailar una y mil veces.
Puedes escucharla aquí: youtube.com/watch?v=3mz_EXHKGHs
1978 I Will Survive – Gloria Gaynor
Este éxito de Gloria Gaynor no sólo es una canción muy animada, sino que es una verdadera llamada a la resiliencia y a la superación personal. La letra nos cuenta cómo la protagonista supera una ruptura y, cuando algún tiempo después su «amor» vuelve a llamar a la puerta, ésta se la cierra en las narices. Tu tiempo ha pasado, yo sobreviví y ya no eres bienvenido.
Si antes te comentaba que muchas canciones tienen su origen en los sentimientos del compositor, a menudo por algún revés sentimental, ya ves que hay muchas formas de tomárselo: o con una melodía lenta y melancólica, o con un temazo disco que te pone a dar vueltas.
Puedes escucharla aquí: youtube.com/watch?v=ARt9HV9T0w8
1980 I’m Alive – Olivia Newton-John + ELO
A finales de los 70, Olivia Newton-John tenía todas las papeletas para convertirse en la siguiente estrella del cine: guapa, simpática, con una voz preciosa y uno de los mayores éxitos de taquilla de la década en el bolsillo, tras haber protagonizado Grease con John Travolta. Xanadu tenía que haber sido su consagración, pero fue un completo fracaso de público y taquilla y la actriz no se recuperó jamás.
De la banda sonora destacan varios temas compuestos por Jeff Lynne, el alma de la Electric Light Orchestra, como la canción principal de la película (una canción estupenda que ya comentaré otro día) y esta I’m Alive que cantan las musas cuando adquieren vida, al salir de un gigantesco mural pintado en la pared. Un título muy adecuado para una canción que te levanta el ánimo: ¡Estoy viva!
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=nlPARsKX_Jc
1983 Flashdance… What a Feeling – Irene Cara
Segunda canción que he seleccionado de una película ochentera, en este caso Flashdance. Al igual que la anterior, es muy posible que la banda sonora (especialmente este tema) sea el principal motivo por el que se recuerde la película, porque la historia no era ni muy original ni muy entretenida, limitándose a una especie de cuento de la Cenicienta moderno, con baile incluido.
Pero el tema principal, What a Feeling, compuesto por Giorgio Moroder e interpretado por Irene Cara, es uno de los grandes éxitos de los 80 y una canción que, aunque empieza despacio, te va atrapando en una espiral de entusiasmo. Hay que quitarse el sombrero ante el director, el coreógrafo, el montador de la película y muy especialmente Marine Jahan, que fue la bailarina anónima que dobló a Jennifer Beals en las secuencias de baile.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=VzALZjoIx0g
Walk Like an Egyptian – The Bangles (1985)
A mediados de los 80 The Bangles, un grupo de rock compuesto exclusivamente por chicas, se posicionó en las listas de éxitos desbancando a nombres consagrados como Duran Duran, Genesis o cantantes como el mismísimo Bruce Springsteen. Este tema en concreto llegó al número uno de ventas en Estados Unidos a finales de 1986 y se mantuvo en las listas casi medio año, unas veintitrés semanas.
Walk Like an Egypcian es una canción tonta, con un ritmo juguetón y una letra sin mucho sentido, pero que te alegra la vida. Tras un par de compases en los que sólo escuchamos un poco de percusión, el grupo da un campanazo (literalmente) para no dejar de moverse los tres minutos siguientes… como un egipcio.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=Cv6tuzHUuuk
Livin’ on a Prayer – Bon Jovi (1986)
En el otro espectro del «glam rock» de los años 80, con los mismos peinados cardados que Bangles, el mismo tinte de mechas rubias, las mismas hombreras y prácticamente el mismo estilo de hard-rock suavizado, Bon Jovi conquistó los escenarios de todo el mundo con canciones como ésta, en la que se narra la vida de una pareja de trabajadores de clase media-baja que luchan por sobrevivir.
Como otras muchas bandas de rock de la época, Bon Jovi introdujo elementos que no eran típicos de la música «heavy», como los sintetizadores o los efectos de sonido. Pero, lejos de quedarse estancada por esos detalles, la canción se ha mantenido sorprendentemente actual y sigue haciendo que sacudamos la cabeza como hace más de treinta años.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=lDK9QqIzhwk
Freedom! 90 – George Michael (1990)
Durante años, George Michael se dedicó a ser un cantante para adolescentes que llenaba los conciertos y rompía récords y barreras con Wham!, como ser el primer grupo occidental en actuar en China. Pero a finales de los 80 decidió madurar, dio carpetazo a su etapa de ídolo juvenil y sacó un álbum llamado Listen Without Prejudice vol 1, en el que revisaba uno de los éxitos de Wham!
Freedom! 90 destaca en muchos sentidos. No sólo es un tema pegadizo y rítmico con un estribillo de esos que te hace gritar en la ducha o en el salón de casa, sino que es una canción excepcionalmente larga: más de seis minutos, duración con la que han conseguido triunfar muy pocos artistas. Como dato curioso, el vídeo fue dirigido por David Fincher, el director de películas como Seven o Fight Club. Es un prodigio estético que merece la pena ver.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=diYAc7gB-0A
Unwritten – Natasha Bedingfield (2004)
Levantarte el ánimo no tiene que ver sólo con un ritmo ágil y una batería machacona, sino con una letra y una melodía que te vayan «cargando las pilas». Unwritten es lo más parecido a un himno gospel que he metido en la lista, lo que ya me hace pensar en una segunda lista con más temas que te levanten el ánimo, porque el góspel es un género especialmente «elevado».
Volviendo a la canción, se trata de uno de los temas con los que debutó Natasha Bedingfield en 2004, con el álbum del mismo nombre. Basta seguir las palabras que abren el estribillo y seguir el ritmo para que se te levante la moral: «Siente la lluvia en tu piel. Nadie más puede sentirla por ti«.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=b7k0a5hYnSI
Supermassive Black Hole – Muse (2006)
Termino la lista con un tema tan atípico como el grupo que lo interpreta. Muse es… es… es Muse. Un grupo en el que su cantante alterna temas cantados en falsete, con una voz aguda y chillona, o grave como la campana de una iglesia, y casi siempre con una base rítmica alucinante.
Y eso es lo que tiene este tema, que quizás no te haga gritar, como otros, pero que casi desde el principio te atrapa con el ritmo creado entre el bajo, la batería y la guitarra rítmica. Si no tienes problemas de ruido con los vecinos, ponte esto bien alto en el salón y verás cómo terminas bailando. Como nota curiosa, Muse es uno de esos grupos que casi suena mejor en directo que en estudio; al menos a mí me gusta más la versión que dieron en Wembley, que es la que te dejo, que la grabación comercial.
Puedes verla y escucharla aquí: youtube.com/watch?v=8tugqHunwDA
Y hasta aquí una primera selección de canciones que te levantan el ánimo. En breve, la segunda parte 😉