Bunraku (Bunraku, 2010)

Bunraku es una de esas pequeñas obras de arte, completamente carentes de sentido comercial, que le debemos a algún chalado que tuvo la iniciativa, el ánimo y el temple de llevarla a cabo a pesar de todos los obstáculos. Estamos ante un producto fundamentalmente estético, pero que conserva los suficientes elementos de narrativa e interpretación para hacerlo entretenido.

Debo decir que esta película me encanta. Es un poco lenta, no tiene el mejor argumento de la historia de las pelis de acción ni los mejores personajes, pero es hipnótica. Bunraku es el nombre de un cierto tipo de teatro de marionetas japonés, con figuras de casi un metro de alto, que se remonta al S. XVI. Nada que ver con el argumento de la historia, que se asemeja mucho más a un spaghetti-western de los años 60. Incluso podríamos decir que el protagonista, interpretado por Josh Hartnett, es una versión moderna del «hombre-sin-nombre» al que diera vida Clint Eastwood unas cuantas veces por aquella época.

El vagabundo, pues no recibe ningún nombre durante la historia, llega a un pueblo dominado por Nicola, un despiadado bandolero al que da vida Ron Perlman, que se ha hecho con el control de todo lo que abarca la vista a fuerza de hacha (literalmente) y sangre. En el camino, ha dejado varios cadáveres, se quedó a la mujer de otro (Demi Moore) y formó un ejército de asesinos que tampoco tienen más nombre que el número que ocupan en la jerarquía de la banda.

Y en ese punto confluyen las vidas de los protagonistas: nuestro desconocido vagabundo, un guerrero japonés que viene a defender a su familia, Nicola, la mujer misteriosa, los asesinos y, como maestro de ceremonias, un perfecto Woody Harrelson que observa todo lo que pasa tras la barra de su bar.

El título no dice nada pero describe a la perfección la película: una obra de teatro de marionetas en la que el director, Guy Moshe, no se ha cortado un pelo con los escenarios falsos, los colores chillones y las perspectivas imposibles, para entretenernos con una historia visualmente muy atractiva.

Claro, no todo es perfecto. La película se hace larga y pesada en varios puntos y creo que con 15 minutos menos ganaría mucho. El reparto de personajes es muy desigual ya que, mientras Harrelson nos deslumbra con cada una de sus intervenciones, Demi Moore nos aburre cada vez que abre la boca. La premisa es difícil de seguir y no siempre entendemos la motivación de los personajes. Y coincido con la mayoría de las críticas en que se trata más de una película estética que eficaz. Pero creo que esas críticas no hacen justicia a los personajes principales, ya que el misterio del vagabundo, la violencia del bandolero-leñador o el estoicismo del barman van más allá del estereotipo y construyen personajes memorables.

Para muestra me dejo lo mejor para el final, que es ver a Kevin McKidd, a quien posiblemente recuerdes como centurión en la serie Roma, que nos deslumbra con sus danzas, miradas y ultimátums. Impagable, de verdad.

Trailer:

Bunraku (2010)

Desde $4.98
6.4

Premisa

6.0/10

Guión

5.0/10

Interpretación

7.0/10

Producción

7.0/10

Música y sonido

7.0/10

Pros

  • La estética
  • Woody Harrelson
  • El asesino número 2

Cons

  • El guión es un poco flojo
  • Demi Moore
  • La subtrama del japonés