Childshood’s End (2015)

La verdadera ciencia-ficción no tiene nada que ver con la tecnología, sino con los conflictos humanos que aparecen al enfrentarse a la tecnología. Si una raza superior decidiera que la humanidad debe desaparecer, ¿cómo reaccionarías? ¿Cómo te resistes a alguien con quien no puedes luchar?

Esta es la premisa de Childhood’s End, o «El Fin de la Infancia», una miniserie de la cadena SyFy libremente basada en un novela del mismo nombre de Arthur C. Clarke de 1952. Yo la vi por causalidad en una de las reposiciones de este canal de televisión y tengo que reconocer que la estética y el planteamiento me intrigaron, por lo que, teniendo sólo tres episodios, podía arriesgarme a verla.

El resultado ha sido un poco desigual. Y no ha sido, como dicen tooooodas las críticas negativas que te puedes encontrar por la Web, por las diferencias entre la serie y la novela. He encontrado no menos de 10 o 12 opiniones que no valoran la serie, sino que critican uno detrás de otro los cambios hechos en la misma para su adaptación a la pantalla. Como siempre te digo, cada producto debe valorarse por separado y, si bien es cierto que a menudo una producción de cine o televisión no aprovechen del todo el potencial de la historia original, eso no implica que la historia tenga que ser mala.

Este es el caso de Childhood’s End que, como miniserie, es más que decente y se ve bastante bien. La premisa es interesante y tiene muchas más facetas de las que puedes imaginarte, por que esa «liquidación de la humanidad» se hace de una forma un poco retorcida, induciendo una última generación de niños con alteraciones genéticas que les convierten en miembros potenciales de una super-entidad galáctica. Y así nos encontramos de nuevo con la Hipótesis de Gaia de James Lovelock, pero planteada por Clarke 25 años antes.

Esta hipótesis juega con la posibilidad de un super-organismo cuya conciencia está integrada por la de todos los organismos de un ecosistema y no por una infinidad de entidades individuales. Es decir, es como si todos tuviésemos una misma mente y perdiéramos la individualidad, pero con el añadido de que esa conciencia colectiva no sería sólo la de los seres humanos, sino también la de todos los animales y plantas de la Tierra.

En realidad la serie no trata de este «Gaia Galáctico», sino de cómo una raza alienígena ha sido encargada por una entidad todo poderosa para llevar a cabo la transición entre lo que es la Tierra ahora y ese estado posterior. Claro, los humanos se encuentran ante una política de hechos consumados: alguien ha decidido que ésta será la última generación y que en unos años el planeta se destruirá por completo, sin que tu opinión cuente para nada. Pero antes de que llegue ese momento, esta última generación disfrutará de un auténtico paraíso en el que podrán disfrutar de todo… menos de su capacidad intelectual y sus hijos. ¿Qué harías tu?

La serie trata estos temas a través de cuatro o cinco personajes: un científico, un granjero, un empresario ambicioso y el jefe de los alienígenas, que es el personaje más carismático de todos, gracias en parte a la interpretación de Charles Dance. Y lo hace de una forma pausada, sin abusar de los efectos especiales y poniendo el acento en los conflictos entre las personas y sus intereses, incluyendo los problemas religiosos que surgen al descubrir que los «emisarios» tienen el aspecto clásico que otorgamos a los demonios. Pero resultan ser unos seres de lo más compasivo y tranquilo.

Para mí el problema no reside en los fallos de la adaptación de la serie a la pantalla, sino en la poca empatía que te despiertan la mayoría de los personajes y lo lenta que es a veces. La verdad es que me da igual lo que le pase al granjero, a la mujer, a la otra mujer, al científico, a su amiga y a la mitad del planeta. Aunque todos estos personajes se presentan con detalle, ninguno de ellos llega a tener ningún valor, y estamos esperando a que acabe una secuencia, para ver si en la siguiente volvemos a ver a Karellen (el visitante) en algo más interesante que seguir viendo llorar a todos los demás.

¿Merece la pena verla entonces? Psssaaa… A ver, está muy bien hecha y la historia es interesante. Pero para mi gusto le ocurre lo mismo que a Westworld o, ya puestos, la trilogía de El Hobbit: son demasiado largas para lo que cuentan. Si te gusta la ciencia-ficción y quieres verla de una sentada en un fin de semana de esos de series, puede ser una opción.

Otro día te comentaré la novela, el libro de Lovelock y, mucho más interesante que estos dos, el tratamiento que hizo Isaac asimov del mismo tema en su serie Fundación.

Childhood's End (2015)

6.2

Premisa

8.0/10

Guión

5.5/10

Interpretación

6.5/10

Producción

7.0/10

Factor "la volvería a ver"

4.0/10

Pros

  • Las preguntas que plantea
  • El diseño de los visitantes
  • Charles Dance, que está muy bien

Cons

  • Lo lento que avanza
  • La calidad desigual de la producción
  • Lo sosos que son el resto de personajes